¡LA OREJA DE VAN GOGH EN CONCIERTO!

Son ya la una de la mañana con trece minutos. El día esperado por mí y miles de personas más, unidas por el gusto de escuchar a La Oreja de Van Gogh, ha terminado ya. El diez de noviembre se nos ha ido entre los labios, repitiendo cada frase, cada palabra de las canciones con las que el grupo español nos deleitó por más de una hora en el Auditorio Nacional.

Aún tengo la sensación de que estar ahí, entre las ráfagas de gritos, entre el calor apasionante de la admiración a esas cinco personas que nos hicieron explotar dentro del enorme recinto.

Mi primera versión con la Oreja de Van Gogh en vivo fue simplemente genial. No me gusto estar ahí esa hora y media de concierto: me fascinó, me absorbió casi por completo (y digo casi porque cuando coreaba y me movía de forma hipnótica al compás de su música, no sólo los veía a ellos: un sinfín de recuerdos llegaban a mi mente, una mezcla de sentimientos, de ideas, de sensaciones que sólo se experimentan cuando un recuerdo doloroso y una buena canción se fusionan en un concierto donde se puede cantar a gritos).

El Auditorio Nacional estaba lleno, lo cual es relativamente verdad aunque no tengo la certeza de un número. ¡Pero qué importan las matemáticas! Había que experimentar ser una sola voz junto a quién sabe quiénes y cuántos para darse cuenta que el lugar acogía a todas las personas que pudieron estar ahí en esos magníficos instantes.

De tan emocionada que estaba (¡y estoy!) no apunté desde el principio qué temas cantó La Oreja de Van Gogh. Aunque hice una lista donde sólo deben hacer falta una o dos canciones:

· Abrieron, como en la gira de Europa con “Más” de A las cinco en el Astoria

· Enseguida se fueron con “Sola” de la misma producción discográfica

· “Muñeca de trapo” de Guapa, continuó la marcha (hasta aquí espero no haber omitido ninguna canción)

· Fue con esta canción que me prendí de plano: “Cuídate” de El viaje de Copperpot. ¡Caray, tantos años desde la secundaria! ¡¡Ese fue el tema por el que los conocí!! “Olvídame, yo te recordaré…”

· Siguió “Desde el puerto”

· “Cumplir un año menos”

· París

· Europa VII (creo, pero sólo creo, que antes de este buenísimo tema cantaron

· “La visita” con la cual y para mi sorpresa, a pesar de no ser de mis canciones preferidas, casi lloro al escuchar la frase: “y en el pétalo de la esperanza pude ver tu nombre y el de una mujer; respiré tranquila, serás feliz otra vez”).

· Le siguieron con Rosas

· Deseos de cosas imposibles, en la versión de Nuestra casa a la izquierda del tiempo.

· Jueves, a la usanza de la anterior, tranquilísima

· Volvieron a encender al público con Pop, ¡que por cierto fue la sorpresa del repertorio!

· Le siguió Inmortal

· Puedes contar conmigo

· Veinte de enero

· El último vals y cerraron con

· La playa… (ojalá no se me haya pasado ningún tema. Y es que la verdad estaba más concentrada en cantar que en registrar la información).

¡Qué lujo nos dimos! Ojalá se repita pronto, muy pronto.

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