Viajeros nocturnos

Miedo a la equivocación, al auto engaño, ¿a la sugestión pasajera? Miedo a no saber qué es lo que en verdad se quiere. Miedo a no hacer las cosas... por miedo; temor a conformarse. Miedo a no creerse los propios sueños, miedo a no ver más allá de lo próximo. Miedo a perder privilegios y nunca recuperarlos. ¿De verdad son privilegios? Miedo a la inestabilidad. Miedo a ir tras algo inalcanzable, miedo a no ser buena, a no dar el ancho, miedo a que sólo sea un capricho... Tal vez lo sea... Una vez alguien me dijo que se sabe si algo es o no capricho cuando lo medimos con el cristal del sacrificio. Cuando sacrificas algo por eso que quieres, y lo soportas pase lo que pase, y estás dispuesto a pagar el precio, entonces ya no es un capricho. ¿Cuántos más hay como yo? ¿Cuántos soñamos con algo que ahora no tenemos? ¿Cuántos deberíamos dejar lo que tenemos para alcanzar eso que queremos? Y en mi caso, ¿es verdad que eso quiero? Miedo a no estar viendo claro, miedo a la indecisió

Me regalaste a Wilde, a Agatha Christie, a Fernando del Paso, incluso a Boccaccio y a otros tantos que no recuerdo. Muchos de los libros que me diste los leí en su momento, otros apenas. Y todos he sabido valorarlos hasta ahora, tantos años después. Tú me obsequiabas libros y yo toda mi atención, mi pensamiento a cada hora del día, mi primera noción del amor. Y fue un intercambio justo. Ya no te extraño, ya no extraño tampoco a la que era cuando estuvimos juntos. Ya no me alegra ni me entristece recordarte, sólo me ayuda a dimensionar lo que hoy vivo. A veces me digo: "¿qué me habría dicho en estos momentos sobre tal o cual cosa/persona/situación?". De vez en cuando te recuerdo y escribo cosas como esta, porque sin duda algo como lo que nos pasó es imposible olvidarlo. Hoy puedo ver las cosas más claras, más serenas y de forma menos improvisada. Estoy tranquila y mis esperanzas trato de ponerlas cada día al nivel de mis sueños. Tengo muchos y, si me confío, empiezo a di